Finalmente, se dio lo que tantas veces charlamos en los almuerzos del club y en las reuniones: la posibilidad de poder tener todos en nuestras casas, una réplica del querido cuadro de Alfredo.  Y gracias a su familia, tan generosa como él, a través de su hija Francisca, logramos la autorización para hacerlo. Se pensó en hacer serigrafías, una técnica artesanal de impresión, en 12 colores y finalmente fueron de 20 colores.

Quedó espectacular y logramos que muchos socios del club puedan disfrutar de esta obra tan significativa para todos los azulgranas.

A continuación les hacemos un pequeño resumen de la historia del cuadro, que fue publicado en el libro de Alfredo Zorrilla de San Martín: “Si habrán tenido los amigos un lugar de privilegio en la vida de Alfredo que, en otra ocasión, a raíz de uno de los aniversarios de The British Schools, la directiva de Old Boys (club de exalumnos entonces presidida por Gabriel Varela) decidió pedirle a Alfredo Zorrilla que pintara un cuadro para regalarle a la institución educativa.

Allá fueron al atelier del artista Pedro Bordaberry y el propio Varela, para solicitársela, sugiriendo por supuesto que fuera un equipo de rugby, emblema del deporte del colegio.

No había demasiado tiempo pero igual Alfredo Zorrilla cumplió con su promesa y les dio en tiempo y forma el cuadro de jugadores con la camiseta de Old Boys que se exhibió por años en la sala directiva del British y del club. “Por dos pesos, un crack”, dice Varela.

Pero lo anecdótico fue la llamada que recibieron de Alfredo, cuando les envió el trabajo. Es que, como era característico en su obra, ninguno de los deportistas tenía facciones en el rostro; pero uno si está inconfundible. “Con este cuadro quiero homenajear a un amigo, a una persona muy especial: Jorge Freccero, que es el peladito de ahí”. Éste, un gran entusiasta del deporte y de este equipo recientemente fallecido, es el único identificado  en la pintura que representa a todas las generaciones de rugbistas de The British Schools.”