“TODO ESTÁ EN LA PERSEVERANCIA”

LLEGÓ LA HORA DE CONOCER LA HISTORIA DE ALBERTO FLEURQUIN. CONSTANCIA, PERSEVERANCIA Y ADMIRACIÓN SON ALGUNAS PALABRAS QUE LO DEFINEN TANTO ADENTRO, COMO AFUERA DE LA CANCHA.

EN EL 2022 SE CORONÓ CAMPEÓN CON LA CATEGORÍA +40 Y FUE EL SEGUNDO MÁXIMO GOLEADOR DEL EQUIPO. EL FÚTBOL ES SU PASIÓN Y FORMA PARTE DE SU RUTINA DESDE QUE TIENE MEMORIA. ESTO FUE LO QUE CHARLÓ CON OB&G MAGAZINE.


¿Cómo es tu historia con Old Boys?

Mi historia con el club arranca hace muchos años. Yo era amigo de Maia Rodríguez, su padre era el entrenador de Old Boys en los años 90 y su hermano jugaba de cinco. Me acuerdo de tener 10 años, quedarme a dormir en su casa e ir a ver los partidos del club con ellos. La primera vez que los vi fue en la cancha que ahora es sintética, era un partido importante, perdimos, pero me enamoré de la actitud del equipo y lo que transmitía. Era muy chico y dije quiero estar acá en un tiempo. Cuando yo iba al colegio, jugábamos en ADIC hasta que en un momento dejamos el fútbol y sólo jugábamos al rugby. En el año 1999, yo estaba en 5to de liceo y me dicen que se iba a armar la sub 20 de Old Boys; esa fue la primera vez que jugué en el club y además la primera sub 20 en la historia del club. Nuestro DT era también el de Primera, me invitó a pretemporada de plantel superior, fui, y desde ese entonces que tenía 18 años comencé a jugar con Primera, a la misma vez que jugaba en “la 20”.


¿Qué lugar ocupa el fútbol en tu vida?

Siempre fue muy importante para mí. Gracias al futbol me armé mi grupo de amigos, me formé como persona y, además, juego al fútbol desde que tengo recuerdo. Uno a veces piensa cuando es joven, algún día esto se acabará, pero, por suerte, hoy en día tenemos las categorías +40, la +45 y la +55, esto no termina nunca y esta divino que así sea. Es súper importante para nosotros poder desarrollarnos como jugadores, como persona y para pasar ratos con amigos.


¿Cómo sería un fin de semana de futbol con “Beto”?

El 2022 fue bastante tranquilo. Los viernes me voy a dormir temprano para jugar los sábados con la +40 y si podía, jugaba con la +32 por la tarde. Este año lo hice poco, pero en el 2016, por ejemplo, jugaba en la +32 los sábados de mañana, con la +35 en la tarde y con Primera los domingos de mañana. Fue un año espectacular, salimos campeones en la +32, +35 y Primera.

¿Cómo viviste este campeonato obtenido con la +40?

Tenía muchas ganas de armar el proyecto de la +40, que por suerte se logró de la mano de “Nico” Brause e Iñaki Abadie, en ese momento decidimos que el DT tenía que ser Emilio Seizer. Nos preparamos, armamos un cuadrazo, y para la frutilla de la torta trajimos a Diego Forlán.  La motivación era tremenda y en lo personal volvía a jugar con mis amigos de la generación 82 y no me quería perder ningún partido.


¿Cómo es Diego Forlán adentro y afuera de la cancha?

Jugar con Diego (Forlán) es… no tengo palabras. Cómo jugador te puedo decir mucho, obviamente, es un fenómeno, todos los partidos te sorprende con algo. Y como persona me sorprendió muchísimo, la verdad es un tipazo, es muy sociable, muy sencillo y es uno más en el plantel. En un momento practicábamos en el Complejo Alcobendas y las prácticas las armaba él, llegaba un rato antes, ponía los conos, traía las pelotas, chalecos y cuando llegábamos nosotros ya estaba todo pronto. Nos dio una manija y un plus tremendo, voy a estar siempre agradecido con él.


Te tocó jugar el clásico en la +32 por el descenso, los resultados para esta categoría no se estaban dando, pero… ¿Qué pasó en este clásico?

Este fue mi primer año jugando en la +40 y me había quedado esa sensación de dolor de dejar a mis compañeros de la +32. Por lo general, cuando me pedían una mano en el equipo no podía, pero vino el clásico por el descenso, era una final tremenda y junto con Iñaki Abadie y Diego Forlán, mis compañeros de la +40, decidimos jugar. Se dio un partido increíble, íbamos perdiendo 0-1 en el 1er tiempo, logramos empatar en el minuto 90´, aunque el empate no nos servía e increíblemente pudimos hacer el 2-1 a los 94´. Fue un momento increíble del año, ganar un clásico así, a esta edad, no se puede pedir más, al fútbol y al club. Se festejó muchísimo, te diría que nunca salgo de noche a ningún lado, pero ese día salimos todos.

Nos contactamos con Emilio Seizer, entrenador de la +40, para que nos cuente una anécdota que simbolice y describa al “Beto” en el equipo. Esto fue lo que nos dijo: “Ya se estaba terminando el campeonato, muchos jugadores lesionados y había fecha libre. Yo pensé “qué suerte así se recuperan todos y pueden jugar los últimos partidos. Obviamente, “Beto” se quería matar, porque para él los días de partido eran parte de su rutina y entrenamiento. Me escribió y me dijo para coordinar un fútbol cinco porque quería entrenar. Mi respuesta fue negativa, a lo que me respondió que iba a salir a correr casi los mismos minutos que tiene un partido así se sentía a gusto”.

“Beto” dijo, con respecto a esto: “Nunca tuve ese nivel de compromiso hasta la llegada de Fabián Díaz, el preparador físico de primera. Tenía buena relación, charlas y él me cambió la cabeza. Me enseñó que todo está en la perseverancia, hice un clic y empecé a cambiar. Él va por todos los sentidos, lo que dice no hace referencia solamente al fútbol”.

Un ejemplo de compromiso y sentido de pertenencia por el club que, pase lo que pase, siempre estará a la orden y con la mejor predisposición. Finaliza el año 2022 con 100% de asistencia a los partidos, una cifra que habla por sí sola y lo describe a la perfección. Una historia que, sin lugar a dudas, le quedan muchos capítulos por contar…

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